lunes, 20 de octubre de 2008

No respeto los secretos

No! no respeto los secretos.

Qué poderes tienen

en la imaginación del

hombre y la energía!

Sufro;

sufro largos ratos en mi cabeza.

Descrubrí que la pureza es una idea,

una buena idea!

La inocencia

todavía habita en mí.

La violencia…

he sido cobarde y ahora cuánto coraje hay.

No! no respeto los secretos.

Cuántas vidas tomaría como si nada,

Como el rey guerrero más soberano!

En ese instante, Dios estaría a mi lado.

martes, 2 de septiembre de 2008

queenie mi negra mi reina

queenie
mi negra
mi reina
hija de madre
callejheira
perra!
una fiera
pero esta...
media tonta ella, era
se orina donde sea
del miedo
cree que le van
a pegar
por la voz alzada.
pasó muchos años
con su hermana
en el patio,
descuidadas y segregadas.
comían hormigas
entre su comida purina
y estaban en las garras
de la naturaleza
urbana.
una rana, un lagartijo
una serpiente, una iguana
un sapo, una salamandra
una hormiga brava!
una avispa, un avispón
no les prestamos tanta atención
pero les damos de comer
y ahua,
y una lavada, hm
unga veiz cadtka
cuatro semanas.
y en verano
las garrapatas
asegurado.
las arrancas con las uñas
y las aplastas
con un candado
están en todos lados.
en tu almohada y en
tu cama,
en tu closet y en tu
sala.
(cuidado! el vómito resbala.)
y las ratas!
hay que engañarlas.
creo que tienen una familia
entre mis libros
hoy vi uno cruzar
por mi cuarto.
un ratoncito gris
peludo con una colita.
y no pude
dije... puta.
te jodijiste rata.
voy por las trampas.
voy por el veneno.
las perras están
afuera
y los gatos
nos ponen enfermos:
no queda de otra.
y así pasé unos meses
cazando ratoncitos
mientras dormía con
mi hermana.
-ya te dormiste? acercandome a su cara.
-eghjk...
y me reía.
la biblia da pesadillas
demasiada sangre
y persecusión.
con lucecita, por favor
-d'accord
los tulipanes son como las
rosas, pero más egoistas;
no se dan del todo.
si se abre
se la comen
dame de tu polen.
las abejas escogen.
los cipreses parecen moñas
tu corazón es la pulpa de una fuscia.
invento una nueva R
boto lirios por el culo!

domingo, 9 de marzo de 2008

Introducción

T'was the boldest move he ever made...

I wanna be a writer!
I wanna start a rage!

Me desperté a las 10 am con un dolor menor de barriga, suficiente para interrumpir el sueño, por unas pizzas de espinaca que ingerí antes de dormir. Nada de emergencia ni pepto bismol. Se curó con virar la almohada babiada y un estirón. A las 11 am aproximadamente, salí de la cama para usar el baño; me lavé las manos y la boca; escupí. A las 12, estaba bien bellaco y me vine en mi sueño; me cambié el pantalón. A las 1 pm decidí que ya era suficiente. Había quedado en algo con alguien entre esas horas de 12 a 2 pm. Lo llamo; no contesta. Llamo otra vez; no contesta.

Me lavo los dientes: el lado izquierdo, el lado derecho, el medio y la lengua; todo en movimiento circular, no lineal. Eso me lo dijo el hijo de un dentista en el baño de la universidad cuando estudiaba fuera. Vuelvo a llamar y nada. Ya me sé la grabadora de memoria.

Me entra la desesperación. Hoy es un buen día para entrar en batalla. La casa está tomada por el resto de mi familia. Mi papá no pudo arreglar la ventana del jetta porque había mucha fila en el mecánico: dicho por mi madre, así que tal vez es paquete, una mentirita de esas de ella. Abajo resuena easy-listening, una voz femenina, un bossa/jazz; mi papa no cambia, y bueno, seguro yo haré lo mismo, hasta con las mismas bocinas que seguro él me regale porque por ahora no me veo graduado ni trabajando ni con vivienda propia ni familia. Eso añade a la desesperación.

En mi cuarto no hay espacio para encaminar, sí para encaramar; hay ciertos lugares designados para sentarse o quedarse parado. Monté la batería y lo ocupa todo. Más mi cama, mi mesa de noche, dos sillas, más un escritorio lleno de cd cases, la mayoría vacíos; una computadora dinosaurio, un printer sin tinta, unas bocinas, y justo al lado, dos muebles aun más repletos de cds, libros, dvds, vhs, trofeos, una colección de memorabilia deportiva, diccionarios, revistas, fotografías enmarcadas, ropa semi-limpia (la universidad enseña a reciclar), mierda, mierda y más mierda al estilo de la era Victoriana; porquería, chucherías que nadie usa, que nadie compraría, y que nadie atreve botar.

Mi closet se quebró. Un día se cayó por el peso de unas cajas (ó quizás por decisión propia) que siguen cerradas ocupando espacio en el piso. Son de esas cosas que se hablan pero nunca nos ha dado por componerla. Es un trabajo muy incómodo.

Algo que verdaderamente me molesta son los shoulder nipples: el efecto por causa de colgar camisas en percheros cuales medida es menor que lo largo de la camisa y por obra de la gravedad quedan las puntas del perchero forjadas en la camisa creando unas burbujas que parecen pezones en los hombros. Esa mierda. Siempre hay algo, un detallito, una imperfección que jode.

Me llamó otro pana para conseguir marijuana, pero no tengo dinero ni carro, y estoy quitao; otra parte de la desesperación.

Bajo las escaleras de mi townhouse a desayunar. Me sirvo agua filtrada en un vaso que todavía tiene pedacitos de oreo pegao de anoche y me como un pedazo de chocolate blanco. Hay pizza pero no tengo ese hambre. Tengo ganas de una piragua de uva ó una batida de papaya con canela ó una de cookies and cream, bien frío. Y la verdá es que tengo ganas de fumar; no por la nota, aún que un poco, pero no, es más por el hecho de quemar. Me da paciencia, para caer en tiempo. Y el humo se vé cool a través de la luz.

Hoy escribí un poema, llené una página de ensayo, empecé el prólogo de una novela, terminé el borrador de un cuento; compuse el coro de una canción en guitarra, bajo, batería y la voz. Sin embargo, tengo la misma desesperación.